Iniciamos el mes de marzo con una nueva actualización de la sección Represión donde contabilizamos una treintena de correcciones y más de setenta nuevos nombres en la ya larga lista de asesinados.
La mayor parte de estos corresponden a la provincia de Sevilla y no es casualidad ya que en esa provincia la represión militar-falangista alcanza límites inverosímiles y supera los 11500 asesinados. Málaga con unos 7000, Zaragoza y Huelva con unos 6000 y unos pocos menos en Asturias copan el “top five” de la represión franquista.
Entre ellos encontramos militantes muchas localidades sevillanas como José Ruda de Lora de Estepa, Antonio Floreá presidente de la CNT en Sanlúcar la Mayor, Laura Soto de Aznalcóllar, o los que mueren en la cárcel de Sevilla como Vicente Álvarez o Eduardo Librero… pero los pueblos que esta vez se llevan la palma sangrienta son Gerena, del cual reseñamos una cincuentena de cenetistas asesinados por los rebeldes, y Guillena de donde provenían las 17 “ROSAS CENETISTAS” asesinadas en Gerena.
Estas 17 mujeres, de entre 24 y 70 años, familiares de cenetistas que habían salido de casa para evitar la muerte, fueron salvajemente asesinadas por el “comando de la falange de Gerena” (Pozo el empedrador –el jefe-, Carrilán, El Chato Panadero, el Popo, José el Calentitero, Juan Valderas “El Pescadero”, Quito “El Demonio”, Felipe el Caco, Arturo el de la Mariqui y Apache) y algunos guardias civiles como Montero, que mató al niño del Polvorista.
Las mataron en el cementerio, las mujeres trataban de esconderse en los nichos excavados en tierra, entonces José González “El Moña”, que era un degenerado, las cogía por los pelos y las ponía para que las asesinaran. A una que estaba embarazada, el Empedrador le sacó con un puñal el niño del vientre…
Hemos precisado la fecha de estos asesinatos y la hemos situado en el 5 de abril de 1937.
También hemos reseñado a los cenetistas (José y Laurentino Meana, Honorio Vallina y Antero Valdés) de La Felguera que forman parte de un grupo de 24 personas que fueron maniatadas a golpe de machete y bayoneta en medio de la oscuridad para ser vilmente asesinados por guardias civiles que querían vengar la muerte de otros guardias civiles del cuartel de Sama que habían caído en el fragor de la Revolución de Octubre. Estos 24 asesinados son conocidos como “LOS MÁRTIRES DE CARBAYÍN”. Es difícil de encontrar relación entre ellos, diferentes ideologías, ni siquiera todos participaron en la revolución… una absurda e irracional operación de venganza montada por guardias civiles de la zona de Langreo segó sus vidas. Tan absurda como que el número de asesinados dependiese del tamaño de la furgoneta, matrícula O-8999. La masacre estaba premeditada, previamente habían cavado las fosas en los montes de La Coruxona y El Roxellón, en las cercanías de Carbayín.
La noche del 24 al 25 de octubre de 1934, en plena república, 24 hombres fueron seleccionados por el cabo Recio de El Entrego. La operación fue dirigida personalmente por Rafael Alonso Nart. Los guardias civiles, ebrios de sangre, tras fusilarlos siguieron mutilando los cadáveres. Testimonios de la época señalaban las atrocidades cometidas, cadáveres irreconocibles, José María Vega tenía el cráneo destrozado a martillazos, a Faustino Freigedo le faltaba un pedazo de la cara, por los gestos de algunos se veía que habían sido enterrados aún con vida. Todo ello dentro del clima de terror y represión que la república desató tras la revolución de Asturias.
Seguiremos.